La Ley de Servicios de Aborto de 2024 establece “zonas de acceso seguras” de 200 metros alrededor de estos centros, dentro de las cuales cualquier acción que pueda generar incomodidad a los médicos o a los pacientes podría ser considerada delito.
Las directrices publicadas por el Gobierno escocés para acompañar el cambio de ley enumeran la “predicación religiosa” y las “vigilias silenciosas”, según informo The Telegraph, como ejemplos de actividades que podrían prohibirse si se llevan a cabo con “intención o imprudencia”, claramente una medida que viola la libertad religiosa y la privacidad en el propio hogar.
Una carta enviada a los residentes de una “zona de acceso seguro” de Edimburgo decía lo siguiente: “Sin embargo, las actividades que se realizan en un lugar privado (como una casa) dentro del área comprendida entre las instalaciones protegidas y el límite de una zona podrían ser un delito si pueden verse u oírse dentro de la zona y se realizan de manera intencional o imprudente”.