- Fortaleza y protección divina para el equipo de bomberos que luchan por apagar el fuego que está fuera de control.
- Por las autoridades en el orden local, provincial y nacional, para que lleven a cabo una sabia y efectiva utilización de los recursos materiales y humanos disponibles para este fin.
- Por las familias que han tenido que dejar sus hogares. Como también para las comunidades de cercanía que dan asistencia y alojamiento.
- La preservación de los humedales que representan las reservas de agua para la región.
“Clamemos con fe y en unidad por un cambio en las condiciones climáticas. Para que lleguen lluvias que favorezcan la labor de los grupos que actúan ante esta emergencia. No solo en la provincia de Córdoba, sino también en otros puntos del país, donde el incendio alcanza a unas 100 mil hectáreas en total”, señalaron desde ACIERA.
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