El alcance de la persecución contra los cristianos en Corea del Norte ha llegado al punto de que es ilegal adorar a Jesús o incluso poseer una Biblia. Y la pena suele ser la muerte.

Según los informes, muchos creyentes siguen reuniéndose en secreto para orar y compartir la Palabra de Dios con los demás.

Puertas Abiertas USA informó recientemente que los guardias de seguridad del gobierno descubrieron uno de estos lugares donde decenas de cristianos se habían reunido. Los guardias los detuvieron a todos. Luego, uno por uno, mataron a todos los cristianos en la sala.

Se sospecha que la información sobre la hora y el lugar de la reunión se filtró a las autoridades locales.

Lamentablemente, los cristianos no fueron los únicos castigados por adorar a Dios. Sus inocentes familiares también sufrieron duras penas.

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