Unos ocho estadios ya fueron construidos para la Copa y también Qatar Rail, asimismo hubo una ampliación del Aeropuerto Internacional Hamad, y la nueva ciudad de Lusail, todo en manos de trabajadores de los cuales se dice que han sido explotados bajo una precaria situación de vida, lo que se ha convertido en una denuncia pública para distintos grupos de derechos humanos en el mundo.

Diarios como The Times y Daily Mail aseguran que los inmigrantes de Nepal, Bangladesh, India y Filipinas, trabajan por meses en la construcción de los estadios bajo un calor intenso y muy malas condiciones, además de enfrentarse a 18 horas de trabajo, salarios bajos que llegaban a 1 € por hora; dicen que hubo heridos y muertos.

Y es por ello que la Sociedad Bíblica ha decidido llevar esperanza en medio de la fiesta futbolística más grande del mundo, y hacer que más iglesias se sigan plantando en el país; la organización apoya a las iglesias locales con Biblias para los trabajadores y cursos de capacitación para los pastores.

“Nuestro mandato como Sociedad Bíblica es encender la esperanza, el cuidado y el amor en los corazones de miles”, dijo el Dr. Hrayr Jebejian, secretario general de la Sociedad Bíblica del Golfo, quién expresó que la Copa del Mundo es una gran oportunidad para predicar el Evangelio.