Impulsada por el Partido Socialista Obrero Español, la legislación permitirá que los adultos con enfermedades "graves e incurables" que les provoquen un "sufrimiento insoportable" opten por suicidarse.
La ley autoriza dos formas de permitir que una persona ponga fin a su propia vida: la eutanasia y el suicidio asistido.
Los médicos pueden sacrificar a sus pacientes una vez que se cumplan varios requisitos. Estos requisitos incluyen que los pacientes deben estar físicamente conscientes y también deben ser plenamente conscientes de la decisión que están tomando.
Algunos políticos españoles creen que la aprobación de la nueva ley ayuda a que el país sea más humano y libre. Pero los grupos conservadores y religiosos están condenando la ley y han prometido derogarla en el futuro.