ARCHIVO - En esta fotografía de archivo del viernes 23 de octubre de 2015, personas inspeccionan una mezquita dañada tras una explosión en Maiduguri, Nigeria. Atentados suicidas, secuestros masivos, decenas de miles de personas muertas. Una espantosa insurgencia del grupo extremista islámico local Boko Haram cumple 10 años esta semana en el noreste de Nigeria, donde muchos residentes dicen que la vida se ha retrasado décadas.

La persecución de los cristianos sigue haciendo estragos en todo el mundo, donde los creyentes se enfrentan a asesinatos, secuestros, caos y crisis a manos de gobiernos, extremistas e incluso familiares.

Entre las tendencias de persecución que se están produciendo en la actualidad, Open Doors, una organización que vigila la persecución cristiana en todo el mundo advierte de que "el África subsahariana se enfrenta a un colapso catastrófico" a medida que la violencia islamista se desata en la región.

La Lista de Vigilancia Mundial 2023 de la organización, que clasifica las 50 naciones donde la persecución es peor, advierte del "horripilante crecimiento" de estos terrores.

Los horrores de Corea del Norte Como viene haciendo desde hace muchos años, el informe sitúa a Corea del Norte como el lugar más siniestro para los cristianos. Al parecer, la nueva "ley contra el pensamiento reaccionario" del país reprime cualquier material extranjero, poniendo en peligro a los residentes por el simple hecho de poseer o compartir contenidos ajenos.

Un informe indica que tres menores fueron ejecutados por compartir programas de televisión surcoreanos, lo que ofrece una visión de la naturaleza diabólica de estas normas.

"Corea del Norte vuelve al número 1, con los niveles de persecución más altos de su historia", dijo Open Doors en un comunicado de prensa. "A lo largo de los 30 años de informes de la Lista de Vigilancia Mundial de Puertas Abiertas, el fenómeno global de la persecución cristiana ha crecido de forma alarmante".


"La persecución tiene consecuencias muy prácticas, por lo que debemos apoyar a nuestros hermanos y hermanas que sufren a causa de su fe", afirmó. "Pero hay algo más grande, y es que, como se nos dice en 1 Corintios 12, cuando una parte del cuerpo sufre, todas las partes sufren con ella".

Pearce continuó: "Si vamos a ser serios acerca de lo que significa ser parte del cuerpo de Cristo ... tenemos que saber lo que está sucediendo a nuestros hermanos y hermanas".

Noticia Anterior

Katsina, Nigeria.

Noticia Siguiente

24HS EN VIVO TU RADIOCANAL