ORACIÓN: Petición, Ruego, Súplica.

 

Diálogo del hombre con Dios. Es un acto de [Ver=]  ADORACIÓN y comunicación, e incluye la presentación de nuestros deseos a Dios, en el nombre de Jesucristo y con la asistencia del Espíritu Santo (Jn 14.13,

Juan 14:13  Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Juan 14:14  Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

 

La oración es tanto un privilegio como un deber cristiano, a través de la cual, mediante la intercesión del Espíritu Santo (Ro. 8:26) nos comunicamos con Dios.

 

Romanos 8:26  Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

 

Es la forma en que presentamos nuestra confesión, la oración es una manera de tener comunión con el Padre, es acercarnos a El, hablar con él, contarle nuestras necesidades, nuestras inquietudes, ponernos a cuentas con él, en pocas palabras es el principal barómetro para medir la calidad de nuestra relación con Dios.

Una de las principales metas de la vida cristiana es alcanzar la intimidad con Dios en la oración, ya que sólo manteniendo una íntima relación con el Padre experimentamos perdón, renovación y poder para una vida recta. Únicamente en esa estrecha relación con Dios podemos oír su voz, conocer su voluntad y comprender su corazón. Y este acercamiento a Dios requiere tiempo.

 

“Orad sin cesar”. Dios habla conmigo y yo con El, debemos acostumbrarnos que el orar no solo es pedir y pedir, sino también es callar y escuchar en lo secreto de nuestra habitación la voz de Dios y aprender a esperar en El La oración es hablar con Dios; siempre quiere escucharles cuando usted ora. Usted puede hablarle en oración como si está conversando con un buen amigo personal, usando su vocabulario diario. No es necesario usar palabras especiales. Dios le entiende y se preocupa por usted, por sus sentimientos y por lo que ocurre en su vida. Él tiene contado hasta el cabello (que tiene o se le ha caído) de su cabeza; si Él ve a cada ave que cae al suelo ¿cuánto más valor tiene usted para Él? Dios le ama y quiere que usted hable con Él.

 

Él le escucha cuando usted ora. Dios se interesa por el más complejo detalle de su vida. Aunque Dios ya sabe lo que está ocurriendo en su vida, a Él le da gran placer cuando usted decide compartir sus sentimientos, pensamientos y problemas. Él no solamente quiere escucharle, sino que usted le escuche Él también.

Jesús enseñó a sus discípulos como orar. Esta es la oración que Él les enseñó a orar: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén” (Mateo 6:9-13). Jesús no pretendía que nosotros usáramos exactamente las mismas palabras de esta oración, Él nos la dió como una pauta.

 

Esta oración incluye muchos elementos. Honra a Dios, y muestra reverencia a Su nombre. Expresa nuestro deseo de que Su voluntad sea hecha en vez de la nuestra. La oración también conlleva la provisión a nuestras necesidades, y reconoce que necesitamos el pedir perdón y para poder recibirlo debemos perdonar a los otros. Esta oración reconoce la existencia del mal, y pide por nuestra liberación. Concluye con alabanza y adoración a Dios. La oración dirigida por el Espíritu abre camino para que las bendiciones del reino de Dios vengan a la tierra con sanidades, liberaciones, salvación, santidad, compasión por los pobres y los oprimidos, y el fruto del Espíritu. Sobre todo, Dios es glorificado, adorado y alabado. En la oración de guerra descubrirás que utilizar la oración como un arma significa alcanzar con mayor efectividad a los perdidos. Aprenderás lo que se requiere para salir, como un guerrero informado y preparado, a combatir contra las obras del demonio. A través de la oración vas descubriendo una dimensión enteramente nueva a la que nos enfrentamos los creyentes diariamente. Es cierto que Dios está equipando a sus santos con una estrategia nueva, muy específica basada en las Escrituras, para destruir las fortalezas de Satanás en esta turbulenta época. Estamos en vísperas de lo que para muchos es el movimiento de oración en este siglo XX prepárate para que participes en la batalla de oración. Tu eres un guerrero de Dios!!! y una de las armas más fuertes con las que nuestro enemigo huye es con la “oración”. “Resistid pues al diablo y el huirá de vosotros”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Ministerio Apostólico El Cuerpo de Cristo en las Naciones”.
Ministros Carlos & María Ester Blanco.

 

Ministros Carlos

Fuente: www.icamccn.com
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