Veintidós refugiados se reúnen en un apartamento en el sótano de un edificio en Estambul, Turquía. Varios de ellos tienen nombres islámicos. Sin embargo, el asunto de la reunión es para recibir estudios de la Biblia y la oración. Hoy en día todos son cristianos.
Su líder oye chistes acerca de ser un Irhabi (terrorista). No es de extrañar, Mohammad Bashir, de 25 años, que dirige el estudio junto a su esposa Hevin Rashid, el fue miembro del Frente Al-Nusra, una rama de Al Qaeda en Siria.
Dice que en ese momento habría matado a cualquier persona que sugiere que algún día dejará de ser musulmanes.
A diferencia de miles de refugiados sirios, la pareja no pensó en ir a Europa. Ellos viven en Turquía, un país de mayoría musulmana, y esperan volver a su hogar. Su historia fue contada recientemente The New York Times .
En 2012 se unió al Frente al-Nusra, que pretendía establecer un gobierno basado en la sharia, el Estado Islámico de moldes. Vio a sus colegas aplastan varios presos con una excavadora.
En 2014, él y su esposa huyeron de la zona de guerra y se unió a los otros 2,5 millones de sirios en el exilio en Turquía. En turquia su esposa Hevin cayó gravemente enferma.
Prensa icamccn
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