El huracán Irma que tocó tierra en Cuba como categoría 5, afectó en gran manera al país. Con sus limitaciones, la isla intenta recuperarse de los destrozos provocados por la tormenta. La Iglesia cubana está unida para levantar del caos a su nación.
Mientras el ejército cubano toma las calles de La Habana apoyando las labores recuperativas tras el paso del huracán Irma, otro ejército, no menos numeroso, se alista para salir en ayuda de los damnificados.
El fenómeno atmosférico, que castigó la zona norte central de la Isla y alcanzó la categoría 5, dañó edificaciones de todas las grandes denominaciones evangélicas en el país.
El pastor Dariel Yanez, de la Convención Bautista Occidental, lo confirmó así al recorrer municipios como Vueltas, Camajuaní, Remedios, Caibarién y Yaguajay.
Los vientos, con rachas de hasta 170 kilómetros por hora, causaron destrozos significativos; de ello fue testigo Yanez, quien comentó para este reporte que en las zonas por donde pasó había una gran necesidad.
Eliseo Vilar, presidente de Asambleas de Dios en Cuba, también tiene sus consideraciones.
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