MEXICO

En un contexto de creciente violencia, los cristianos en México enfrentan una alarmante ola de persecución por parte de los carteles de la droga. En los últimos meses, las amenazas de muerte, el desplazamiento forzoso y la tortura se han convertido en parte de la realidad diaria de aquellos que practican su fe en las zonas controladas por el crimen organizado.

Según un informe reciente de Puertas Abiertas, entre el 1 de octubre de 2023 y el 1 de abril de 2024, se registraron al menos 57 casos de persecución contra cristianos en México. Esta situación refleja el peligro constante al que están expuestos, especialmente en comunidades donde los carteles ejercen un control absoluto. En estas áreas, los cristianos son considerados un obstáculo para los intereses de los criminales, debido a los principios de su fe y su trabajo social en la comunidad.

Relatos de supervivencia y fe

Uno de los casos más impactantes es el de Sergio, un misionero en el norte de México, quien fue blanco de un intento de asesinato durante una reunión de oración. "Estábamos orando cuando oímos motocicletas acercándose. Dios me guio a no salir, así que permanecimos orando", relata Sergio. Horas después, una vecina le contó que dos hombres armados lo habían estado esperando afuera, pero al no verlo, se marcharon. Esta experiencia, descrita por Sergio como una "liberación sobrenatural", es solo un ejemplo de cómo los cristianos en México dependen tanto de su fe como de medidas de precaución para sobrevivir.

Los misioneros, como Sergio, suelen trabajar con los grupos más vulnerables de la sociedad, especialmente niños y madres solteras, quienes a menudo son blanco de los carteles de drogas. "Los carteles ven a los niños como futuros compradores o traficantes", explica Sergio. Este tipo de trabajo convierte a los misioneros en objetivos directos de la violencia.

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